La Guía Completa para Entender Todo (Sí, Todo) sobre los Fondos Indexados - imagen del blog

      La Guía Completa para Entender Todo (Sí, Todo) sobre los Fondos Indexados

      Imagínate esto: estás en un asado, alguien menciona que invierte en un fondo indexado y tú te quedas con cara de “suena interesante… pero no tengo idea de qué me estás hablando”. Tranquilo, que no eres el único.

      Los fondos indexados aparecen cada vez más en conversaciones sobre inversiones, especialmente cuando se habla de estrategias “simples”, “diversificadas” o “de largo plazo”. Pero entre tanto término técnico, a veces cuesta cachar bien de qué se trata todo esto.

      Así que acá te lo explicamos sin vueltas.

      Entonces, ¿qué es un fondo indexado?

      Un fondo indexado es un fondo de inversión que sigue un índice. ¿Qué significa eso? Que no intenta ganarle al mercado. Su único objetivo es copiar lo que hace el índice al que sigue, ni más ni menos.

      Por ejemplo, si el índice sube un 6%, el fondo debería subir algo muy similar. Si el índice cae un 4%, el fondo también. No hay un experto moviendo piezas, ni tomando decisiones para comprar o vender acciones todos los días.

      En la práctica, es como decir: “No voy a elegir a dedo qué acciones comprar. Mejor compro un poquito de todas las que ya están en el índice”.

      ¿Y qué es un índice?

      Un índice bursátil es un conjunto de empresas que sirve para medir cómo se está moviendo el mercado. Es como un termómetro financiero.

      Por ejemplo:

      • El S&P 500 mide el desempeño de las 500 empresas mas grandes de Estados Unidos

      • El IPSA refleja cómo van las principales acciones chilenas listadas en la Bolsa de Santiago

      • Hay índices que agrupan empresas tecnológicas, sustentables, de mercados emergentes, y un largo etcétera

      Los fondos indexados toman esos índices como referencia y replican su comportamiento. No intentan predecir nada ni apostar por la próxima empresa estrella. Simplemente reflejan el promedio del grupo.

      La idea de un índice es ofrecer una visión resumida del rendimiento de una parte del mercado. Si el índice sube, es porque en promedio a las empresas que lo componen les está yendo bien.

      Si baja, lo contrario. Es una herramienta útil para tener una referencia del comportamiento del mercado sin tener que mirar una por una las acciones que lo conforman.

      Cuando un fondo indexado sigue uno de estos índices, lo que hace es construir una cartera que se parezca lo más posible al índice en cuestión. Por eso se les llama también “fondos pasivos”, porque no hay decisiones activas involucradas.

      ¿Por qué alguien invertiría en un fondo que solo copia? 🤷‍♀️

      Buena pregunta. No suena muy glamoroso, pero ese “copiar” tiene lo suyo.

      Una de las razones por las que los fondos indexados han ganado protagonismo es que, en muchos casos, la gestión pasiva ha obtenido resultados similares que la gestión activa, sobre todo cuando se consideran los costos involucrados.

      Como los fondos indexados no requieren análisis constante ni toma de decisiones complejas, los costos de administración suelen ser más bajos. Menos comisiones = más plata que se queda contigo.

      Además, hay gente que prefiere la simplicidad. En vez de romperse la cabeza eligiendo acciones, prefiere apostar por “el mercado completo” y seguir el viaje con calma.

      ¿Es mejor? ¿Es peor? No necesariamente. Es distinto.

      ¿Y qué tan riesgosos son?

      Es importante decirlo con todas sus letras: invertir en fondos indexados no es sinónimo de seguridad garantizada.

      No es como meter la plata al banco. Estos fondos son parte de la llamada renta variable, y eso significa que suben y bajan según cómo le va al mercado.

      Si el índice cae, el fondo también. No hay una estrategia que intente “salvarlo”. Por eso, son más adecuados para quienes pueden dejar esa plata quieta un buen tiempo sin entrar en pánico cuando el gráfico se pone rojo.

      También está el tema de que no hacen distinciones entre las empresas del índice. Si una de ellas empieza a ir mal, seguirá estando en el fondo mientras no salga del índice.

      ¿Cómo se gana plata con esto?

      Al igual que otros instrumentos de renta variable, los fondos indexados generan retorno si el valor de las acciones que lo componen sube. Si el índice al que sigue tiene un buen desempeño, tu inversión también crecerá en valor.

      La pérdida, por supuesto, ocurre si el índice tiene un mal rendimiento. Y como no hay ajustes activos para minimizar esa caída, tu inversión también se verá afectada.

      Ejemplo: compraste una participación del fondo a $10.000, y con el tiempo sube a $12.000. Si vendes ahí, te llevas $2000 de ganancia. Pero también puede pasar lo contrario: si el índice baja, tu fondo también.

      Por eso, es fundamental entender que los fondos indexados no garantizan rentabilidad. Como cualquier inversión en el mercado, están expuestos a la incertidumbre.

      ¿Qué ventajas y desventajas tienen los fondos indexados? 🤔

      Como todo en la vida, los fondos indexados tienen lo suyo... y también sus peros. Por el lado positivo, hay tres cosas que suelen destacarse.

      Primero, el costo: como no hay un gestor tomando decisiones todos los días, las comisiones suelen ser más bajas que en los fondos activos.

      Segundo, la diversificación: en vez de apostar por una sola acción, estás invirtiendo en un grupo completo de empresas, lo que puede ayudar a repartir el riesgo.

      Y tercero, el dato que más se repite en los blogs de inversión: varios estudios muestran que, en el largo plazo, muchos fondos indexados han tenido un rendimiento mejor que el de los fondos gestionados activamente.

      Ahora, también es justo hablar de lo que no ofrecen. Por ejemplo, como el fondo se limita a seguir al índice, su rendimiento está amarrado al de ese índice. Ni más, ni menos.

      Tampoco hay espacio para elegir acciones específicas que a ti te entusiasmen más o menos, porque todo se decide en función del índice.

      Y, por último, al no haber una estrategia activa de gestión, si el mercado se pone feo, el fondo no hará nada para defenderse. Simplemente bajará con él.

      ¿Es bueno o malo? No hay una respuesta única. Pero si sabes a lo que vas, y lo tomas como una herramienta más dentro de tu caja de inversión, puede tener sentido.

      ¿Y cómo se invierte en un fondo indexado?

      No necesitas ser corredor de bolsa ni tener una app secreta para hacerlo. En Chile, puedes invertir en fondos indexados a través de bancos, corredoras de bolsa o plataformas digitales. Hay varias opciones dando vueltas.

      El proceso, en general, no es tan distinto a abrir una cuenta en cualquier plataforma financiera. Primero eliges con quién quieres invertir, revisas los fondos disponibles, comparas comisiones, y te fijas si el fondo replica un índice que te haga sentido (uno global, uno de empresas tecnológicas… los hay de todos los gustos).

      Después de eso, toca abrir una cuenta, hacer una transferencia y listo: ya puedes empezar a invertir.

      Eso sí, un detalle no menor: este tipo de inversión suele estar pensado para el largo plazo. No es para “ver si gano algo este mes” ni para sacar la plata al primer susto.

      Si decides sumarte, lo ideal es hacerlo con cabeza fría y sabiendo que pueden venir subidas y bajadas. Como siempre, si tienes dudas, conversar con alguien que sepa del tema nunca está de más.

      En todos los casos es importante fijarte en cosas como:

      • Qué índice replica

      • Cuánto cobra de comisión

      • Si está en pesos o en otra moneda

      • Si lo puedes vender fácilmente (liquidez)

      Y como siempre, revisar el reglamento del fondo (aunque dé un poco de lata) nunca está de más.

      ¿Tiene sentido para todos?

      Como todo instrumento financiero, depende de para qué lo quieres usar, cuánto tiempo puedes dejar esa inversión sin tocar y qué tan tranquilo estás con la idea de ver subidas y bajadas.

      Hay personas que prefieren dejarle la decisión a un gestor activo y pagar por eso. Hay otras que prefieren la simplicidad, la diversificación automática y los costos bajos.

      Ninguna opción es “la correcta” para todos. La clave está en informarse y decidir con calma, no por moda ni por lo que escuchaste en un TikTok.

      Y ya que estamos hablando de inversiones accesibles y estrategias de largo plazo, te contamos esto:

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