Mutuarias: Por Qué se Usan Tanto en la Inversión Inmobiliaria

Cuando empiezas a mirar departamentos para invertir, lo primero que aparece en tu cabeza es: ¿cómo obtengo el financiamiento? Y si ya pasaste por bancos, sabes que no siempre es tan fácil como suena. Las mutuarias han ganado terreno en este mundo por una razón bien simple: ofrecen una alternativa concreta y eficiente para acceder a un crédito hipotecario y hacer realidad la compra de una vivienda, sea para habitarla o como inversión.
Y no, no se trata de una opción “alternativa” o “rara”. Bien utilizadas, pueden ayudarte, sobre todo si estás pensando en aumentar tu patrimonio con proyectos inmobiliarios.
Hoy, cada vez más inversionistas, incluso los que tienen acceso a crédito bancario, prefieren hacerlo con mutuarias. ¿Por qué? Acá te lo contamos.
Primero, ¿qué es una mutuaria?
Una mutuaria hipotecaria es una entidad financiera no bancaria, autorizada para entregar préstamos hipotecarios.
Están reguladas por la CMF (Comisión para el Mercado Financiero) y funcionan de forma muy similar a los bancos, pero con diferencias clave que pueden marcar un antes y un después para un cliente que busca financiar una propiedad.
La principal diferencia está en cómo gestionan la información del crédito: las mutuarias no informan la deuda al sistema financiero tradicional.
👉 Esto significa que puedes pedir un crédito hipotecario con una mutuaria, y después pedir otro con un banco sin que el primero afecte tu evaluación de riesgo crediticio. Es como si tuvieras una carta bajo la manga.
Esto abre muchas puertas, especialmente si estás construyendo un portafolio de inversiones y necesitas moverte con agilidad, ya que te permite mantener tu “capacidad de endeudamiento” libre frente a otros bancos, incluso si ya estás pagando un crédito hipotecario con una mutuaria.
¿Por qué las mutuarias son tan populares en la inversión inmobiliaria?
El mundo de la inversión inmobiliaria tiene una regla no escrita: el que tiene acceso a financiamiento, gana. Y en eso, las mutuarias han sido aliadas clave para miles de inversionistas.
Acá te dejamos los beneficios más importantes:
1. No informan la deuda al sistema financiero
Este punto es tan relevante que merece repetirse. Al no reportar tu crédito hipotecario, puedes seguir accediendo a otros créditos (en otros bancos o mutuarias) sin que te afecte la carga financiera informada.
Eso permite algo muy cotizado entre inversionistas: apalancarse. Es decir, usar deuda para crecer en activos. De esta manera muchos inversionistas pueden financiar varias propiedades en paralelo, usando mutuarias y bancos de manera combinada.
2. Plazos y condiciones competitivas
Contrario a lo que muchos piensan, las mutuarias no tienen tasas más altas que los bancos. Notarás, en comparación, que las tasas de interés que ofrecen las mutuarias son competitivas, y muchas veces iguales o mejores que las del banco.
Los términos del préstamo, como el plazo (hasta 30 años) o el tipo de interés (fijo, variable o mixto), también son similares.
Esto significa que no estás sacrificando condiciones por irte con una mutuaria.
3. Flexibilidad en la evaluación crediticia
Las mutuarias suelen tener procesos menos rígidos que los bancos. Si eres independiente, tienes antecedentes laborales más diversos, ingresos variables o estás en un rubro más informal, puede que te den el crédito que el banco no te aprobó.
4. Puedes prepagar sin tantas trabas
Algunas mutuarias permiten prepagar parcial o totalmente el crédito sin multas, lo que es ideal si piensas vender la propiedad o achicar la deuda en el corto o mediano plazo.
Esto te permite tener mayor control sobre el pago de la deuda y ajustarlo según tus planes.
Siempre revisa las condiciones, porque varía entre instituciones.
¿Mutuaria o banco? Comparémoslos rápido
Si estás evaluando entre una mutuaria y un banco para tu crédito hipotecario, aquí tienes algunas diferencias clave que te pueden ayudar a decidir:
Registro en sistemas de deuda: Las mutuarias no informan tus deudas al sistema financiero, lo que puede ser útil si necesitas mantener tu carga financiera visible más baja. Los bancos, en cambio, sí reportan tus deudas.
Requisitos: Las mutuarias suelen tener requisitos más flexibles, mientras que los bancos tienden a ser más estrictos al evaluar tu perfil.
Tasas de interés: En ambos casos, las tasas pueden ser competitivas, dependiendo de tu perfil y las condiciones del mercado.
Plazo del crédito: Tanto bancos como mutuarias ofrecen plazos de hasta 30 años aproximadamente.
Apalancamiento: Las mutuarias permiten un mayor apalancamiento, lo que facilita el acceso a otros créditos. En los bancos, este aspecto puede estar más limitado por tu carga financiera.
Esta comparativa puede ayudarte a elegir la opción que mejor se ajuste a tu situación y objetivos financieros.
¿Y qué pasa con los gastos?
Un tema que no puedes dejar fuera son los gastos asociados al crédito hipotecario.
Con mutuarias y bancos, deberás considerar:
Costos de tasación y notaría.
Seguros obligatorios (incendio y desgravamen).
Impuestos y gestión de escritura.
Es importante tener esta información clara desde el inicio, porque afecta tu cuota mensual y tu flujo de caja.
Evaluar bien el valor total del préstamo (no solo la tasa) es clave para evitar sorpresas en el camino.
Dicho eso, nada de esto es un “no rotundo”. Simplemente son detalles a tener en cuenta para elegir bien.
Ejemplo
Imagina a Francisco, 34 años, ingeniero comercial. Ya tenía un departamento de inversión financiado con un banco. Quería comprar un segundo, pero el banco le dijo: “Tu carga financiera es muy alta”. ¿Qué hizo?
Fue a una mutuaria. Le aprobaron un crédito hipotecario por el segundo departamento, y como no lo informaron al sistema financiero, pudo financiarlo.
Resultado: dos propiedades, apalancadas de forma estratégica gracias a la propuesta flexible de las mutuarias.
¿Cómo encuentro una mutuaria confiable?
En Chile hay varias mutuarias conocidas y reguladas. Algunas incluso tienen convenios con inmobiliarias para facilitar el proceso.
Lo importante es:
Revisar si están registradas en la CMF.
Comparar tasas, plazos y seguros incluidos.
Preguntar si permiten prepago sin multas.
Evaluar el tiempo de respuesta y asesoría.
Para cerrar: No es magia, es estrategia
Las mutuarias no son siempre “la opción B”, ni están ahí para cuando el banco falla. Son, cada vez más, la estrategia A de muchos inversionistas que quieren armar patrimonio sin quedar atrapados por los límites del sistema financiero.
Si estás pensando en crecer con inversión inmobiliaria, vale la pena incluirlas en tu análisis. Porque a veces, lo que te permite seguir avanzando no es tener más capital, sino saber usar bien el apalancamiento.
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