¿Qué #%$ es y cómo nació Fraccional?
La historia de la startup chilena que fraccionó las propiedades para poner la inversión inmobiliaria al alcance de cualquier bolsillo.
Todo comenzó en 2021, cuando el arquitecto Tomás Charles buscaba un socio para lanzar URVANA, un portal que ayudaría a las inmobiliarias a encontrar terrenos para hacer edificios. Un marketplace que requeriría bastante tecnología y un desarrollo complejo.
En esa búsqueda apareció el ingeniero Patricio López, quien se ganó el puesto programando, en un par de días, el primer MVP –una versión mínima y funcional de la plataforma– que los llevó directo a Platanus Ventures, la aceleradora de startups tecnológicas más influyente de Chile y una de las más activas de Latinoamérica, conocida por invertir en compañías como Fintoc y Examedi.
Durante el Demo Day de Platanus –la “graduación” en la que cada equipo dispone de apenas tres o cuatro minutos para exponer su proyecto ante decenas de inversionistas y levantar capital en vivo– apareció el primer gran obstáculo: el ticket mínimo por persona era de $6 millones. Inversionistas institucionales había de sobra, pero nuestros amigos querían sumarse y no podían entrar con montos pequeños. “¿Y si los juntamos a todos dentro de una misma SpA?”, pensamos.
Esa noche Pato se embarcó en una hackatón de café y código y creó Fraccional Ventures: una landing donde cualquier persona podía invertir en startups de Platanus Ventures desde US$ 100. En solo tres días reunimos $45 millones y comprobamos que la gente sí quería entrar al juego con montos pequeños.
Pasaron algunos meses y continuamos recaudando fondos a través de Fraccional Ventures. Sin embargo, varias personas nos hicieron notar que el sitio necesitaba controles de compliance y KYC: no podíamos dejar la puerta abierta para cualquiera. Para evitar problemas, restringimos las inversiones a amigos y familiares y volvimos a concentrarnos en URVANA, el software para vender y tasar terrenos.
Pero las ventas avanzaban con desesperante lentitud. Las inmobiliarias ni siquiera estaban logrando vender sus propios departamentos; comprar más terrenos no era prioridad y, por lo tanto, tampoco pagar por nuestra herramienta.
En ese intento apareció Julián Blas, gerente inmobiliario que primero sería cliente y terminó insistiendo tanto que acabó como co-fundador. Aun así, vender software de terrenos a inmobiliarias seguía siendo un parto.
Entonces reapareció la idea de fraccionar, pero esta vez aplicada a las propiedades: “Si juntamos 45 palos en tres días para startups, ¿por qué no financiar un departamento en una semana?”
Con el apoyo de Inmobiliaria Activa ofrecimos los primeros departamentos de renta en Independencia y La Florida. El usuario cero, Jorge, puso $200 000 incluso antes del lanzamiento oficial. Para darle visibilidad, preparamos una jugada de alto riesgo: la noche del 31 de diciembre de 2022 sortearíamos $300 000 en fracciones entre quienes crearan su cuenta antes de la fiesta de Año Nuevo.
Sin embargo, no hubo sorteo… ¡todos ganaron! 350 personas recibieron un WhatsApp anunciando que habían ganado mientras estaban en plena cena familiar y, de paso, explicaron a sus cercanos qué era esa cosa llamada “Fraccional”. El premio solo era válido si hacían su primera compra durante las siguientes 24 horas y, como suponíamos, solo doce lo cobraron, pero el boca a boca disparó la plataforma a más de mil usuarios en un mes.
Desde entonces, cada propiedad que se sube a Fraccional.cl queda dentro de una Sociedad por Acciones y se divide en cientos de Fracciones. Invertir parte desde $100 000; los rendimientos llegan en proporción y, si hace falta liquidez, puedes revender tus fracciones en el mercado secundario interno en cuestión de días.
En poco más de dos años, la comunidad supera los 25 000 usuarios, con más de US$ 15 millones recaudados y más de $250 millones pagados en arriendos.
Tomás, Pato y Julián sostienen la misma convicción que los unió: desbloquear la inversión inmobiliaria. Lo que comenzó como una landing improvisada hoy financia departamentos, locales y paquetes de estacionamientos que se agotan en horas y ya prepara su salto a otros países de Latinoamérica.