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      ¿Los Estacionamientos son un Buen Negocio? Te Contamos

      Cuando hablamos de inversiones inmobiliarias, la mente suele irse directo a departamentos, casas, bodegas o incluso locales comerciales. Pero hay un actor silencioso que lleva años generando ingresos de forma discreta y, muchas veces, estable: los estacionamientos. Pero, ¿los estacionamientos son un buen negocio? ¿Valen la pena como inversión? Aquí te lo explicamos con calma.

      Un clásico que no pasa de moda

      Aunque pueda parecer que los estacionamientos no tienen mucho glamour —no son un penthouse en Las Condes ni un local en Providencia—, lo cierto es que han sido, históricamente, una opción bastante atractiva para quienes buscan ingresos pasivos sin tantas complicaciones.

      Son ese tipo de activo que no brilla a simple vista, pero que cumple silenciosamente su rol.

      No requieren grandes mantenciones: no hay que pintarlos cada año, no tienen cañerías que se revienten ni ventanas que cambiar.

      Además, la vacancia suele ser baja, sobre todo si están bien ubicados, en sectores donde estacionar es un lujo.

      Piénsalo un segundo: con la vida urbana cada vez más caótica, más autos en circulación y menos espacios disponibles para estacionar, encontrar dónde dejar el vehículo se ha vuelto un verdadero desafío.

      Y ahí es donde tener un estacionamiento en arriendo —sobre todo en zonas con alta densidad habitacional, cercanas al transporte público o a centros de salud y oficinas— puede convertirse en una pequeña pero constante fuente de ingresos. No es glamoroso, pero es práctico… y puede ser rentable.

      ¿Cuánto se puede ganar?

      Aquí es donde la cosa se pone interesante. Porque si bien los estacionamientos no generan rentabilidades explosivas, sí ofrecen retornos bastante razonables, especialmente si los ves como una inversión de bajo riesgo, fácil de administrar y con potencial de generar ingresos estables en el tiempo.

      En general, quienes invierten en este tipo de activo buscan un flujo mensual constante que ayude a complementar sus ingresos o que se reinvierta en el tiempo.

      Y si el estacionamiento está bien ubicado —en zonas con alta demanda, como clínicas, universidades, centros de oficinas o estaciones de metro —, es más probable que logres una rentabilidad atractiva en relación al esfuerzo de gestión 📈.

      En resumen, todo dependerá de dónde compres, cuánto pagues y a quién se lo arriendes. Pero si haces bien esa ecuación, los estacionamientos pueden transformarse en una inversión pequeña, pero bien jugada .

      ¿Cómo se calcula la rentabilidad de un estacionamiento? (sin enredarse)

      Calcular la rentabilidad de un estacionamiento no tiene por qué ser un ejercicio de Excel con mil fórmulas. De hecho, lo puedes hacer en una servilleta mientras te tomas un café.

      La fórmula más simple es esta:

      (Ingreso anual por arriendo - Gastos anuales) / Valor de compra

      Pongámoslo en un ejemplo rápido:

      • Compraste un estacionamiento en $10.000.000

      • Lo arriendas en $80.000 mensuales

      • Eso te da $960.000 al año

      • Gastos (como contribuciones o gastos comunes): $120.000 al año

      Entonces:

      (960.000 - 120.000) / 10.000.000 = 0,084 → o sea, un 8,4% anual

      Eso sí, considera que este número es solo una aproximación. A veces hay meses sin arriendo, arreglos que hacer o subidas en los gastos comunes.

      Pero sirve como un buen punto de partida para saber si estás frente a una oportunidad interesante o no.

      ¿Y qué hay de los riesgos?

      Como toda inversión, los estacionamientos también tienen sus bemoles. No es que estés entrando a una jungla financiera, pero sí hay ciertos factores que vale la pena mirar con lupa antes de lanzarte.

      El primero y más evidente es la vacancia. Si compras en un edificio que tiene muchos estacionamientos disponibles o en un sector donde no hay tanta demanda, puede que te cueste arrendarlo o que tengas que bajar el precio para competir.

      Y eso, a la larga, afecta la rentabilidad.

      También puede pasar que el arriendo no suba mucho con el tiempo, especialmente si el mercado está estancado o si aparecen alternativas más convenientes cerca. Es decir, es una inversión estable… pero no necesariamente dinámica.

      Otro punto a considerar son las restricciones internas. En algunos edificios, los estacionamientos sólo pueden arrendarse a personas que viven ahí, lo que limita tu público objetivo.

      O puede que la comunidad sea reacia a los arriendos externos por temas de seguridad o congestión.

      Antes de comprar, conviene revisar bien el reglamento de copropiedad para evitar sorpresas.

      Y no olvides los gastos comunes. Hay estacionamientos que pagan una cuota mensual, y no siempre es baja. Eso puede comerse parte de tu rentabilidad si no lo tienes calculado desde el inicio.

      Lo mismo con los impuestos y contribuciones: aunque suelen ser menores en comparación con otros inmuebles, no son cero.

      En resumen: no es una inversión sin riesgos, pero con algo de análisis y sentido común puedes reducir bastante la posibilidad de que se vuelva un dolor de cabeza.

      Como siempre, informarse antes de invertir es la mejor forma de cuidar tu plata.

      Entonces… ¿los estacionamientos son o no son un buen negocio?

      Depende. Si lo que buscas es un activo inmobiliario de bajo riesgo, que genere ingresos estables y que no requiera mucha atención, los estacionamientos pueden ser una opción.

      No te harán millonario de la noche a la mañana, pero sí pueden aportar a diversificar tu portafolio con un flujo constante.

      Ahora bien, comprar uno directamente implica ciertas gestiones: necesitas capital, pasar por trámites notariales, firmar escrituras y, por supuesto, encargarte tú de la administración. No es complicado, pero tampoco es tan automático como suena.

      Hay que buscar arrendatarios, preocuparse de los pagos, y hasta resolver qué hacer si se pierde el control remoto 😅.

      Si no tienes el capital para comprar un estacionamiento, o simplemente no quieres hacerte cargo de toda esa logística, el modelo de inversión fraccionada puede ser una alternativa muy interesante.

      Te permite participar en proyectos inmobiliarios sin tener que hacer la gestión directa ni lidiar con los detalles del día a día.

      Ahí es donde entra Fraccional: una plataforma que te permite invertir desde montos bajos en proyectos cuidadosamente seleccionados, todo de forma transparente, 100% online y sin tener que ir al conservador de bienes raíces a sacar fotocopias.

      Es ideal para quienes quieren entrar al mundo inmobiliario sin una gran inversión, diversificar su dinero y dejar que la inversión trabaje por sí sola mientras tú haces otra cosa.