La estrategia que gana en la F1… también gana en el mundo inmobiliario 🏁🏙️ - imagen del blog

      La estrategia que gana en la F1… también gana en el mundo inmobiliario 🏁🏙️

      Contenido

      1. ¿En qué se parece la Fórmula 1 al mundo inmobiliario?
      2. No todo es glamour y velocidad
      3. En el mundo inmobiliario pasa lo mismo
      4. Creatividad dentro del reglamento
      5. Pero ojo… pasarse de listo sale caro
      6. Tecnología, simulación y precisión
      7. ¿Qué podemos aprender de todo esto?
      8. NO te olvides!

      A simple vista, nada, ¿cierto? Uno es velocidad, fierros, curvas a 300 km/h. El otro, planos, permisos, metros cuadrados y UF. Pero si miras más de cerca, hay una lógica compartida que lo cambia todo.

      Porque tanto en la Fórmula 1 como en el negocio inmobiliario, no siempre gana el que tiene más plata. Gana el que entiende las reglas mejor que nadie… y las usa a su favor.

      Quédate en este blog si te gusta la F1, el mundo inmobiliario o simplemente eres fan de los datos buenos:

      Te voy a contar cómo estas dos industrias, que parecen no tener nada en común, en realidad funcionan bajo una misma lógica. Y cómo entenderla puede cambiar la forma en que ves una curva en las carreras… o una esquina en tu ciudad.

      No todo es glamour y velocidad: la F1 es una guerra de estrategia**

      De hecho, ¿sabías que en cada podio de la Fórmula 1 se entrega un cuarto trofeo?

      No va para el piloto. Va para el equipo: los ingenieros, diseñadores, estrategas que logran sacar el máximo rendimiento sin pasarse del reglamento.

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      Y es que en la F1 no puedes hacer lo que quieras. Cada auto debe cumplir con un reglamento técnico súper estricto: peso mínimo, tamaño del motor, altura del piso, aerodinámica, tipo de combustible… todo está regulado.

      ¿Entonces cómo se gana?: Jugando con los márgenes. Ajustando milímetros. Detectando vacíos. Explotando cada coma del reglamento sin romperlo.

      Ahora, cambiemos de pista…

      En el mundo inmobiliario pasa lo mismo (aunque no suene tan sexy)

      Cada comuna tiene un Plan Regulador con reglas que definen:

      • Cuántos pisos puedes construir

      • Cuántos metros cuadrados puedes usar

      • Qué porcentaje del terreno puedes ocupar

      • Qué tan lejos debes estar del eje de la calle

      • Cuántos departamentos puedes incluir (densidad)

      Y aquí es donde algunos ven barreras… y otros ven oportunidades.

      Porque al igual que en la F1, los cracks no se saltan las reglas. Las dominan.
      Saben, por ejemplo, que los balcones o ciertos espacios comunes no siempre se contabilizan en el metraje. O que si mejoras la vereda, el municipio puede premiarte con más constructibilidad.

      ¿El resultado? Más superficie vendible, mejor rentabilidad, sin violar ninguna norma.

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      Creatividad dentro del reglamento: el verdadero talento

      En 2009, el mundo de la Fórmula 1 fue testigo de una de las hazañas más sorprendentes de su historia. Ese año, un equipo prácticamente desconocido —Brawn GP— apareció en la parrilla con un auto blanco y amarillo que, contra todo pronóstico, arrasó desde la primera carrera.

      ¿El secreto? Un componente técnico llamado “doble difusor”.

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      En F1, los difusores son una parte clave de la aerodinámica: ayudan a que el auto se pegue al suelo, permitiéndole tomar curvas a alta velocidad. Ese año, el reglamento había cambiado, buscando limitar el efecto suelo y nivelar la competencia. Pero el equipo de ingenieros de Brawn GP, liderados por Ross Brawn, encontró una forma ingeniosa (y perfectamente legal) de interpretar las nuevas reglas.

      Crearon el “doble difusor”: una solución que, sin romper ninguna norma, permitía canalizar el aire de manera mucho más eficiente bajo el auto. El resultado fue un agarre extra en las curvas y una ventaja clara sobre el resto de la competencia.

      Mientras la mayoría de los equipos apenas entendía qué estaba pasando, Brawn GP se llevó la pole position (el primer lugar de partida, reservado para quien marca el mejor tiempo en la clasificación) y…la victoria en la primera carrera… y no pararon hasta ganar el campeonato del mundo ese año.

      El doble difusor fue tan revolucionario que todos los equipos tuvieron que ponerse al día y copiar la solución si querían seguir compitiendo. Pero la hazaña ya estaba hecha: el equipo que entendió mejor las reglas y supo leer entre líneas, ganó

      Así como Brawn GP revolucionó la F1 sin romper las reglas, en el desarrollo inmobiliario los cracks son los que dominan los reglamentos urbanos y detectan oportunidades donde otros ven solo restricciones.

      Por ejemplo:

      Acá de Chile, en Providencia, los arquitectos de la oficina Puga & Searle diseñaron edificios con departamentos tipo dúplex. ¿La ventaja? Al tener menos pasillos comunes por piso, se reduce el metraje no vendible, aumentando la eficiencia del proyecto.

      Además, al organizar los espacios verticalmente, se logra una mayor sensación de amplitud y un diseño mucho más atractivo para vivir.

      El resultado: edificios como Mirador Pocuro o Loft Las Lilas, donde cada metro cuadrado fue pensado con precisión quirúrgica.

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      Por eso es clave conocer el reglamento de punta a cabo y aprovechar “libertades”.

      Otro gran ejemplo chileno en Las Condes.

      Según el Artículo 19 del Plan Regulador Comunal, si una inmobiliaria decide soterrar el cableado eléctrico frente a su proyecto, el municipio le puede regalar hasta un 10% extra de constructibilidad.

      O sea, puedes construir más metros cuadrados, solo por haber hecho un aporte al espacio público. Ese beneficio se traduce directamente en más superficie vendible, más ingresos… y mejor proyecto para todos

      ⚠️ Pero ojo… pasarse de listo sale caro

      Saber usar las reglas no es lo mismo que romperlas.

      No todo vale: En la Fórmula 1, pasarse de listo sale carísimo. El mejor ejemplo es el escándalo de 2007 con el equipo McLaren. Ese año, se descubrió que personas del equipo habían accedido ilegalmente a información confidencial de un equipo rival (Ferrari), lo que se considera espionaje industrial.

      El castigo fue histórico: la FIA (el ente que regula la F1) descalificó a McLaren del campeonato de constructores y les impuso una multa de ¡100 millones de dólares! Un récord absoluto para la época.

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      La lección es clara: aprovechar las reglas es válido, pero cruzar la línea y hacer trampa tiene consecuencias graves.

      En el mundo inmobiliario pasa algo similar. Construir más de lo permitido, saltarse la altura máxima o ignorar las distancias mínimas que exige el reglamento urbano no es solo “hacerse el vivo”: puede terminar en multas millonarias, la paralización total de las obras e incluso la demolición del edificio construido fuera de norma.

      Sí, así de brutal. No se trata de evadir las reglas, sino de entenderlas y aprovecharlas —sin cruzar la línea roja.

      Y por si fuera poco, las reglas no son eternas.

      Así como en la F1 los reglamentos pueden cambiar de una temporada a otra, en el mundo inmobiliario pasa lo mismo: basta una modificación en el plan regulador para que todo el negocio cambie de la noche a la mañana.

      Un caso reciente fue el de Ñuñoa, donde en 2019 se ajustaron las normas urbanísticas y se bajó el tope de altura permitido en varias zonas.

      ¿El resultado? Proyectos que habían sido diseñados bajo el reglamento anterior de repente quedaron fuera de norma. Las inmobiliarias que no se adaptaron rápido, o que no alcanzaron a presentar sus permisos antes del cambio, perdieron la oportunidad de construir más metros y rentabilizar mejor sus terrenos.

      Así de rápido puede cambiar el juego. Por eso, en este mundo, estar atento a las reglas (y a sus posibles cambios) es casi tan importante como dominarlas desde el día uno.

      Tecnología, simulación y precisión: el nuevo estándar

      Hoy en la F1 todo se prueba en simuladores. Hay modelos 3D, análisis aerodinámico y millones de datos en tiempo real para tomar decisiones tácticas.

      En bienes raíces, también. Antes de mover una piedra, los equipos evalúan:

      Y detrás de esas decisiones hay arquitectos, abogados, expertos en ventas, finanzas… Como un equipo de pits. Cada movimiento cuenta.

      En Fraccional aplicamos el mismo principio. Estudiamos las reglas urbanísticas, los datos de mercado y los detalles de cada proyecto para identificar las mejores oportunidades.

      Así tú puedes invertir desde solo 100 dólares, sin crédito hipotecario, y participar en proyectos reales bien pensados desde el inicio. Puedes ver los proyectos disponibles acá.

      ¿Qué podemos aprender de todo esto? 🏁

      No necesitas ser piloto, ni tener una constructora para aplicar esta lógica. Esto se trata de mentalidad.

      La mayoría de las personas ve las reglas como límites. Los mejores las ven como mapas. Y en este juego —como en tantos otros— no gana el que grita más fuerte, sino el que piensa mejor.

      Así que la próxima vez que veas una carrera de F1 o un edificio nuevo en tu barrio, pregúntate:

      ¿Quién está detrás de esto? ¿Cómo usaron las reglas a su favor? ¿Y cómo podría yo hacer lo mismo en mi negocio, mi trabajo o mis finanzas personales?

      Y… NO te olvides!

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      Nos vemos en la próxima vuelta. 😉