El círculo vicioso detrás del precio de tu casa 🏠🫧
Por Tomás Charles A.Normalmente, los precios nacen de un equilibrio entre lo que los compradores están dispuestos a pagar y lo que los vendedores quieren aceptar. Pero en un mercado donde ese “equilibrio” sube y sube por décadas, hay factores en juego que quizás no son tan obvios. Descubriremos por qué tu percepción sobre el precio de la vivienda podría estar incompleta.
Podrías pensar que el precio de una casa depende de su valor, de cuánto vale para el comprador ese techo, esa seguridad en su vida. Pero hagamos un experimento:
Imagina esto: Esta es la casa de tus sueños, en la ubicación perfecta para ti. Y vale 200.000 dólares. ¿Estarías dispuesto a comprarla? Quizás... Pero ¿tienes el dinero en efectivo? Seguramente no. 😅
¿Y si te dijera que puedes comprarla en cuotas mensuales de 1.200 dólares, pero por el doble del precio? ¿Aún no te alcanza? ¿Y si bajo la cuota a 900 dólares, pero por un precio total de 600.000 dólares (¡60 años de cuotas!)? 🤯 ¿Ves lo que hice? Al mismo tiempo que tripliqué el precio de la casa, de alguna forma la hice cada vez más accesible.
"Cuando la demanda depende de un crédito para comprar, el precio ya no refleja el valor real, sino el acceso a capital que tiene el comprador." 💰
Ya no pagas lo que estimas justo; pagas tanto como te presten. Al final, el factor a considerar no es el precio de la casa, sino el valor de la cuota. El aumento en la oferta de créditos ha impulsado artificialmente la demanda por vivienda. Gente que no tiene para comprar, puede comprar usando el dinero de otros, elevando los precios mucho más allá del valor intrínseco de las propiedades mismas.
Es interesante ver el caso de Japón, donde esto no es igual. Y estamos trabajando en un video al respecto. 📊
Pero se abre otra pregunta...
¿De qué depende cuánto te prestan y a cuántos años?
Entendamos a los bancos. O entendamos cualquier inversión, en realidad. El crecimiento del capital siempre dependerá de la relación entre riesgo y retorno. 📈 Si dejo mi capital en un lugar riesgoso, espero un retorno grande para que valga la pena, y viceversa.
Por lo mismo, los bancos solo te prestan si consideran que podrás pagar tu deuda. A medida que el plazo sea mayor, mayor será la probabilidad de que algo inesperado ocurra y no pagues.
Ahora, lo especial de los créditos hipotecarios es que tienen una muy buena garantía: ¡La Casa! 🏡 Si la casa vale 100 y yo te presto 80, si algo ocurre en el camino, es probable que pueda vender la casa rápidamente por 80 y recuperar mi capital.
Esto hace que las tasas de los hipotecarios puedan ser bastante más bajas que las de otros créditos, ya que tienen una buena GARANTÍA. El monto del crédito, entonces, va a depender del precio de la vivienda, ¿verdad? 🤔
Pero espera.
¿No dijimos que el precio de la vivienda depende del monto del crédito? O sea, si sube el precio de la vivienda, crece la garantía, y por lo tanto, crece el crédito y con él el precio que puedo pagar por la vivienda. ¿Ves a dónde voy con esto?
Este ciclo de retroalimentación, si no se controla, crea una burbuja, donde los precios se inflan desproporcionadamente, alejándose de la realidad económica de los compradores y de las casas en sí. 🫧
¿Pero dónde termina? La vivienda tiene una particularidad: será lo último que dejarás ir. Probablemente, dejarás ir toda tu ropa favorita antes de quedarte sin un techo dónde vivir, lo que impulsa la cuota hipotecaria a ocupar tanto como pueda de tu presupuesto mensual. 🏚️
El Colapso
Esto ocurre hasta que el acceso al crédito se ve abruptamente interrumpido, como hoy. Las tasas de interés elevadas tienen al mercado inmobiliario entre la espada y la pared. Las tasas altas hacen que las cuotas o dividendos sean demasiado altos para la persona promedio, dejándolos fuera del mercado y exponiendo esta dinámica.
Sin créditos, a nadie le alcanza para una vivienda.
Desconexión Usuario-Pagador
Hay algo quizás más interesante aún. En la economía, los precios son... información. Un profesional que entrega un bien o servicio tiene la posibilidad de cobrar más caro porque la gente lo recomienda y está satisfecha, incentivándolo a mejorar su servicio.
Pero, como esta lógica de precio, crédito y garantía hace corto circuito en esa comunicación, ahora la información de “calidad” no puede llegar de un lugar a otro. Las viviendas no suben de precio porque se hacen mejores, sino porque el banco ofrece mayores créditos. 🏦
Cuando quien usa y quien paga no son la misma persona, el precio ignora la satisfacción del usuario. 😟
Esta desconexión se observa claramente en el mercado inmobiliario, donde los inversores y los bancos, no los habitantes, son quienes tienen la última palabra sobre el precio. Y hay poca correlación entre las necesidades de cada familia y las características de las casas.
Los créditos, al final, diluyen la presión de la demanda sobre la calidad de la oferta, desvinculando las expectativas y necesidades del usuario de los servicios y bienes ofrecidos, sus precios y su calidad. Esta dinámica conduce a la construcción de viviendas de baja calidad y precios inflados, pero es un fenómeno que también se ve en otros mercados, como la salud (donde no es el paciente sino la aseguradora quien paga el servicio) o en la educación (donde los créditos para estudiar permiten que los valores se disparen). 📚
Entonces...
En resumen, el precio de tu casa no es solo una cifra en un contrato. Es el resultado de un complejo sistema donde el crédito, las políticas económicas y las dinámicas del mercado interactúan de formas a veces inesperadas. Pero lamentablemente, todos tenemos que seguir viviendo en ellas. 🏘️